Capitulo 7.
Parpedeo y el hombre abrió los ojos.
- Oh...
Entre sus pestañas, aparecieron los ojos azules como zafiros que se veÃan finamente hermosos.
Sus largas pestañas parpadeaban lentamente como si entendiera su situación.
Incluso los ojos rodando perezosamente.
Su mirada tratando de captar algo sin saberlo.
- Mis ... Mis ... mis anteojos ....
Pronto el hombre se levantó. Luego se llevó las manos a la cara.
Cogà los anteojos y se los entregué sin dudarlo.
- Aquà están.
Andrew tomó sus lentes mientras se acercaba a la persona que tenÃan delante.
- Ah ... G-Gracias ...
El jefe final se estremeció cuando me vio.
- Disculpe, pero usted es...?
- La persona que te salvó.
Bajo sus largas pestañas, sus hermosos ojos parpadearon. Los ojos azules eran tan puros y deslumbrantes.
"Hmm, son hermosos"
Fruncà los labios y le di una gran sonrisa.
"Tks, son tan bonitos"
HabÃa tal encanto en esos ojos que querÃa morderlos.
- Oh lo siento. Estoy apresurado.
En general, tenÃa los hombros anchos y una espalda sólida. Piel blanca como la nieve y apariencia ascética.
- Bueno, me gustaria darle un tratamiento antes de continuar con nuestro saludo. ¿Eso estarÃa bien?
Se estremeció cuando mi dedo Ãndice tocó su vendaje.
- ¿Q-Qué?
- Porque lo que hice en tu pecho es un tratamiento temporal, es peligroso si lo dejo más. PodrÃa infectarse.
Ante las palabras, el hombre me miró y se veÃa tranquilo y tÃmido como si fuera un conejo.
- ¿Qué diablos pasó?
- Te encontré frente a mi casa anoche. No estaba solo, pero ....
Fue cuando, Heimdall rápidamente levantó la cabeza y me agarró del hombro.
- No hice nada, ¿verdad?
El bonito cabello cremoso del hombre estaba por todos lados.
No estaba mal ver sus músculos bien construidos a través de su camisa rota.
La atmósfera ascética y las preocupaciones llenas de miradas tampoco son tan malas.
Decidà darme una puntuación perfecta.
- No, ayer estaba cansado que te dejé frente a mi casa. Lo siento, pero ni siquiera podÃa mover tu cuerpo.
Levanté mi palma.
- Y me duele un poco.
- ¡Ah!
Heimdahl se sorprendió y quitó la mano de mi hombro.
No sabÃa qué hacer a continuación, asà que se corrigió las gafas y se disculpó.- Lo siento.
- Bueno, si lo sientes, ¿puedes dejar que te trate?
Asintió levemente cuando le dije que necesitaba tratamiento antes de que fuera demasiado tarde.
- Entonces quÃtatelo.
- ¿S-SÃ?
Sus orejas se sonrojaron.
- ¿No llevas algo ahora?
- Ah, sÃ.
Él asintió con la cabeza. Pronto, la gran mano del hombre comenzó a desabrochar lentamente los botones de su camisa.
Tuk, Tuk.
¿Por qué suena tan extraño el sonido del botón al salir?
¿Soy normal que me guste?
Bueno, no, no lo pienses más.
La mano de Heimdahl se detuvo justo cuando dejó el último botón.
- Bueno, por cierto, ¿realmente no hice nada anoche?
- No, no lo hice. ¿Por qué sigues preguntando esto?
SabÃa muy bien la razón, pero me saqué de los nervios.
- ... esa es ...
Heimdahl se sonrojó. Y no sabÃa qué hacer.
Si fuera por vergüenza, este lado estaba cerca de la vergüenza.
- Yo ... me pongo muy, muy extraño por la noche.
Este hombre era tan hermoso que su belleza sobresalÃa de sus lentes.
Su apodo entre los lectores es "Dr. Jekyll y Mrs. Hyde"
TenÃa caracterÃsticas similares a las personaje principal de una obra literaria.
La doble personalidad.
Por la noche, cambiaba su personalidad y se convertÃa en un villano malvado, cruel y cÃnico a diferencia de lo que era de dÃa.
0 Comentarios