Prologo: Participación de la HeroÃna.
En medio de la caÃda de las flores de cerezo, el Rey Demonio y su prometida, que volaban bajo el cielo azul, desaparecieron después de despedirse elegantemente de ellos.
Y tal vez, después de sentirse finalmente aliviado por el estrés, su prometido que estaba junto a ella estaba chasqueando la lengua.
- Pensar que se escabullirÃa en medio de la ceremonia… es una mujer absurda como siempre. Lilia, ¿estás bien?
- ¿Eh? Ah, sÃ
Como siempre hacÃa, arregló su expresión facial para tratar de lucir lo más abatida posible. Y luego, su compañero comenzaba a fruncir el ceño mientras parecÃa avergonzado de sà mismo.
- Lo siento. Es porque soy tan inútil que hemos llegado a esta situación.
- Por favor, no digas eso, Cedric. Es mi culpa por enojar a Aileen-sama.
- No es tu culpa,
Vestido con un uniforme de Caballero Sagrado, Max respondió inmediatamente detrás de ellos.
Sacudió la cabeza mientras trataba de evitar estallar en carcajadas.
Y luego, interpretó su papel de "Lilia Rainsworth" con su mayor esfuerzo.
"Primero que nada, necesito capturar a los otros personajes"
Ella recordó. Ella supo. El candidato del Primer Ministro para la próxima generación era un personaje con una disposición aguda, el ya exitoso comerciante era un personaje adulto de cabeza frÃa, y el personaje que se convertirá en el futuro Ministro de Relaciones Exteriores era un tipo alegre pero de vientre negro.
"Me pregunto si le dijera algo a alguien, ¿correrán hacia mà como mi aliado? DeberÃa haber capturado a todos los personajes útiles."
Pensando en el pasado, su vida estuvo llena de altibajos. Sin embargo, hasta ahora ha sido bastante sencillo.
Si ella fuera a dar todo por hacer algo, todos reconocerÃan su esfuerzo, o si tuviera que discutir algo, todos la escucharÃan. Ella era conocida por todos como una buena chica.
Excepto por ese Rey Demonio, Claude Jeanne Elmeier.
Y esa villana Aileen Lauren D'Autriche también.
Observó su entorno mientras narraba toda la historia de cómo perdió la Espada Sagrada. Reconoció que quienes habÃan acordado tomar represalias eran las personas que estaban en contra de que Claude fuera reinstalado como nuevo PrÃncipe Heredero. La anterior ella irÃa fuertemente en contra de este tipo de táctica.
"Pero me detendré ahora. Después de todo, incluso después de lo mucho que querÃa brindarte mi ayuda, todo lo que hice no fue apreciado"
Su yo actual podÃa ver, aunque sea un poco, el objetivo de su yo anterior. La anterior ella fue ciertamente infantil.
HabÃa pensado que a pesar de todas las cosas tristes que sucedÃan en el mundo, no habÃa gente mala.
"El protagonista de esta historia soy yo."
- Fufu. En otras palabras, ¿soy la heroÃna?
- ¿Dijiste algo, Lilia?
- Cedric. Quiero que me contestes honestamente.
Este es un mundo de Otome Game llamado "Regalia Santo y Diablo". SolÃa jugar a este juego en su mundo anterior llamado Japón, donde la civilización era mucho más avanzada que este mundo. Sin embargo, todavÃa podÃa recordar todo con claridad.
Era una vida irrazonable en la escuela secundaria en la que a su familia disfuncional le importaba más que ella obtuviera una mala calificación que su ser real. Donde todo estaba prácticamente prohibido, lo único que podÃa darle tranquilidad era jugar. PreferÃa particularmente los juegos 'otome' en los que podÃa convertirse en princesa.
Sin embargo, incluso esa vida terminó con un accidente automovilÃstico.
"Pero, pensar que terminé reencarnado en el mundo de un juego. ¿No es eso un juego en sà mismo?"
Entre los diversos juegos otome a los que habÃa jugado, "Holy and Devil's Regalia" era la serie que más habÃa jugado. Y qué suerte tuvo ella de reencarnarse en este mundo.
Ahora estaba claro para ella. Los escenarios hasta el dÃa del evento de anulación del compromiso se mantuvieron fieles al juego de acuerdo con sus recuerdos. Sin embargo, por alguna razón, Aileen Lauren D'Autriche no estaba obsesionada con Cedric Jeanne Elmeier; pero en cambio, se las arregló para estar comprometida con la misma persona que se suponÃa que era la causa de su desaparición, Claude Jeanne Elmeier.
La villana capturó con éxito al Último Jefe, el único objetivo de captura que la heroÃna no pudo capturar. Era demasiado bueno para ser verdad como para descartarlo como una coincidencia.
"Necesito confirmar si ella es igual que yo o no."
La forma en que los labios de Lilia se curvaron creó una ilusión óptica como si estuviera sonriendo a la persona de la que estaba enamorada.
- Cedric, ¿de verdad te gusto?
- ¿Qué estás diciendo ahora, Lilia?
Lo primero que necesitaba era tiempo. Y hacer uso del truco del juego.
- La verdad es que en realidad te gusta Aileen-sama, ¿no es asÃ?
Hola, señorita Villainess. El jugador de este juego soy yo.
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