Capitulo 1.
- Levanta la cabeza.
A la orden de CaÃn, Aria, cuyo cabello se encontraba esparcido por el suelo, fue agarrada y sostenida.
El cabello de Aria, empapado de sangre, fue levantado en el aire por una mano áspera. El una vez hermoso y brillante cabello rubio de Aria estaba en una condición peor que el pelaje desgreñado de un cerdo que acababa de revolcarse en el barro.
- ¿Sabes cuáles son tus pecados?
- ....
CaÃn la interrogó, pero Aria no tenÃa la energÃa para responder.
Incluso si tuviera algo de energÃa, con su lengua lacerada, era imposible responder.
Esa lengua blanca, gris y manchada de sal se llenó de un dolor insoportable y ni siquiera le dio la oportunidad de arrepentirse.
Aria cerró los ojos, lo cual fue difÃcil debido a la hinchazón de los innumerables moretones que le habÃan infligido. Esos ojos una vez habÃan conmovido los corazones de muchos hombres, pero ahora se habÃan vuelto como los de un pez podrido.
Aunque se sentÃa traicionada y amargada, no habÃa ningún lugar a dónde ir, y Aria simplemente esperó a que el ejecutor reclamara su vida.
- Hermano, tengo una última cosa que quiero decirle a Aria.
El santo que habÃa sido vÃctima en innumerables ocasiones de la malvada mujer, la condujo lentamente hasta la mesa de ejecución.
Ella sonrió, dando a entender que ya habÃa perdonado a Aria, y dijo que no habÃa sido gravemente herida por haber sido empujada de las escaleras y que estaba bien incluso después de haber sido alimentada con veneno. Todos los que se habÃan reunido en el salón pensaban lo mismo.
CaÃn negó con la cabeza y dijo.- No.
- Tengo que decir esto, por favor ...
¿Cómo podrÃa ser tan benevolente con la villana que habÃa tratado de herirla y asesinarla? No habÃa nadie que pudiera rechazar su solicitud entre lágrimas.
Finalmente, CaÃn dio su permiso y Mielle, como una pobre flor silvestre, acercó su frágil cuerpo a Aria. Se sintió como si sus hombros estuvieran siendo aplastados por los suspiros de CaÃn.
- Estas palabras que he contenido dentro de mà durante todo este tiempo, están reservadas para nuestra hermana. Dado que esta podrÃa ser la última vez ... siento que debo decirle ... podrÃa ser que estuve esperando que este dÃa llegara.
Mielle enjugó lentamente las lágrimas transparentes que se le pegaban a los párpados y se arrodilló en el suelo.
Su acción repentina asustó a gran parte de la audiencia, y se apresuraron hacia adelante como si quisieran intervenir. Pero, Mielle les indicó que todo estaba bien y llevó sus labios al oÃdo de Aria como para entregar un mensaje final y sagrado.
- Perra estúpida. ¿Te divertiste jugando con mis chicas? ....
Los ojos de Aria se abrieron como si fueran a estallar. Lentamente volvió la cabeza rÃgida e hinchada hacia Mielle, que sonreÃa. Su sonrisa era pura y hermosa, como una flor.
Aria parpadeó rápidamente, incapaz de entender las tonterÃas que acababa de escuchar. Su lengua destrozada le impedÃa hacer preguntas.
Mielle leyó su expresión y volvió a explicarlo.
- Las doncellas que te hablaron para que hicieras todos esos actos malvados eran todas mi gente. Todo fue para que te retrataran como una villana, todo fue por este momento ...
- ¡!
- Te digo esto porque son tus últimos momentos. QuerÃa matarte desde el momento en que tú y tu estúpida madre aparecieron, si era posible, de la manera más dolorosa posible. La vergüenza de nuestra familia es tal que nadie ha venido a verte. ¿Cómo te atreves, un insecto, a arrastrarte hasta aquà sin saber dónde estás parado? ¡Hoo hooo!
Mielle apenas contuvo la risa insoportable que casi brotó de su boca.
En este momento, sonrió alegremente, como si las lágrimas de Aria le dieran ganas de cantar y bailar. La alegrÃa de Mielle, la cual nadie pudo notar, atravesó el pecho de Aria como una espada.
- HabÃa pensado en envenenarte como lo hice con tu madre, pero me contuve. No es divertido de esa manera, ¿verdad? Entonces, le di mi veneno a una sirvienta y la hice viajar en mi auto. Ah, por supuesto, no lo bebÃ.
- ¡Ah...! ¡Ah ah ...!
Antes de que pudiera terminar, el cuerpo de Aria sufrió un espasmo y se derrumbó en el suelo. Aria habÃa usado toda la fuerza que pudo reunir para moverse, pero solo habÃa resultado en una débil lucha. Todas las venas de sus ojos estallaron y lágrimas de sangre se deslizaron lentamente por su rostro.
Mielle terminó su discurso y se puso de pie. Mirando hacia atrás a la mesa de ejecución, regresó a su lugar con una expresión triste y arrepentida, diciendo.- Fue divertido mientras duró ... Pensar en cómo Aria no estará aquà ya me hace sentir vació por dentro ....
La santa que habÃa perdonado a la villana enterró su rostro en sus manos santas mientras sus hombros temblaban. Sin embargo, lo habÃa hecho para cubrir su rostro lleno de alegrÃa.
Por favor, no dejes que la muerte de la villana cause sufrimiento al santo. No dejes que se sienta culpable.
Todos los que se habÃan reunido allà estaban preocupados por el estado de ánimo de Mielle.
Como no habÃa nadie más que tuviera nada que decirle a Aria, CaÃn levantó la mano. Simultáneamente, el caballero levantó su espada en el aire. La hoja brillaba tan intensamente que parecÃa que podÃa cortar un hueso con un solo golpe.
Y esa lez llamó la atención de Aria, y comenzó a ver un extraño remanente que se creaba en su vista. Era como si un reloj de arena fuera uno con la luz, lo que hizo que Aria, que estaba ensangrentada, mirara ese fenómeno durante mucho tiempo.
Como si fuera una cuerda que pudiera salvarle la vida, extendió ambas manos, sufriendo espasmos violentos como un pez fuera del agua, pero el caballero pisoteó sus hombros.
Pronto, CaÃn bajó la mano, en señal de ejecución de la villana.
Como tal, la espada del caballero se balanceó hacia abajo, cortando el viento y separando la cabeza de su cuerpo en un instante, asà su vida terminó lastimosamente.
- ¡Kyaaaa!.- el grito de una persona hizo eco cuando la cabeza de Aria rodó por el suelo, pero sus ojos una vez más se posaron en la imagen residual del reloj de arena.
"¿Por qué?" A pesar de que su cabeza habÃa sido cortada, Aria no podÃa sentir dolor, ni pena ni tristeza. Todo lo que podÃa ver era la imagen del reloj de arena mientras caÃa la arena, ya fuera hacia adelante o hacia atrás una y otra vez.
"Quiero volver. De nuevo ... A los viejos tiempos. Quiero devolverlo todo ... como ese reloj de arena."
Antes de que su cerebro aceptara su muerte, los ojos de Aria se llenaron con el movimiento del reloj de arena. Y finalmente, su visión se desvaneció por completo.
*****
- .... ¡A! .... ¡Aria!
¡Choque!
La taza de Aria, la cual estaba sosteniendo, cayó al suelo, rompiéndose en muchos pedazos. La criada, que estaba en espera detrás de ella, se acercó apresuradamente y comenzó a limpiar el desorden.
Aria se despertó de su estado distraÃdo y miró hacia la voz que habÃa escuchado. AllÃ, más allá de la larga mesa de mármol, vio el rostro preocupado de Mielle llorando. Incluso mientras sus lágrimas caÃan, estaba tan elegante y pura como siempre.
"¡¿Cómo es que se ha convertido en una niña tan pequeña?!
Por lo que recordaba, Mielle tenÃa veintitrés años. Sin embargo, la figura que estaba viendo frente a ella tenÃa como máximo diez años. A su lado, estaba CaÃn, quien la miró con los ojos entrecerrados. ParecÃa tan joven como de diecisiete años.
Incapaz de comprender la situación o encontrar una manera de hacer frente a esa increÃble circunstancia, Aria siguió parpadeando. Entonces, escuchó una voz frÃa desde su lado.
- Aria, ¿estas bien? Te llamé varias veces, pero no me respondiste.
- ... ¿Mamá?
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