Capitulo 10: Dejemos a Blarney.
- Si, ¿Tiene a alguien en mente para ser el representante de la delegación?
- Lo dejo a cargo al Conde Bretta.
El funcionario no se veÃa extrañado después de escuchar las solicitudes de Latille. El Emperador de Karrisen, Haizens, vino a estudiar al Imperio cuando aún era un PrÃncipe, y cuando se casó, Latille lo visitó como representante de la delegación. En los últimos años, el lado de Tarium envió concubinas, por lo que la solicitud de Latille se dió por sentada. Pero después de que el funcionario se fue, conociendo el detrás de escena entre Latille y Haizens, el jefe de personal preguntó con ansiedad.
- ¿Está bien Su Majestad?
El hombre habÃa sido ayudante desde la época del antiguo Emperador, padre de Latille, asà que recordaba vivÃdamente lo sorprendido que estaba Latille con la noticia del matrimonio de Haizens. Qué resentido estaba con las demandas de la concubina. Sin embargo, Latille sonrió y asintió.
- No estaba bien, pero ahora lo estará.
- Emperador.
- Tengo que estar bien mientras elijo a los que serán mis hombres con mis propias manos.
"¿Estas loco? ¿SerÃa absurdo? ¿Te reirÃas? Si no.... ¿Te dolerÃa el corazón? De cualquier manera, serÃa mejor si pudiera ver tu reacción frente a ti, pero serÃa imposible estar allÃ."
- Más bien, ¿Qué piensas del Duque Atraxi? ¿Crees que su hijo se postulará?
- ¿Te refieres al joven Lanamun?
- El Duque querÃa que su hijo fuese la Emperatriz masculina. ¿Crees que quisiera mandarlo como concubino?
- Lo dudo.
La cabeza del funcionario volvió a negar con la cabeza, recordando a Lanamun, cuya nariz llegó a los cielos desde su infancia.
- Si es Lanamun, no vendrá incluso si el Duque Atraxi se ve obligado a arrastrarlo.
*****
- Seré una concubina.
Sin embargo, contrariamente a las expectativas del funcionario, fue Lanamun quien dio un paso adelante para convertirse en concubino. El Duque Atraxi asombrado preguntó.
- ¿Estoy escuchando correctamente?
Conociendo la personalidad de su hijo, el Duque también pensó que Lanamun nunca irÃa como concubina. ¿Pero decÃa que irÃa primero?
- El Emperador ha declarado que reclutará concubinos.
- Entonces, ¿ te convertirás en concubino?
- Si.
Lanamun respondió vagamente y miró a su padre. Fue una actitud muy tranquila, no como una persona que hizo ese tipo de comentario. Sin embargo, el Duque Atraxi se sorprendió aún más y su corazón latÃa fuertemente. Antes de que Latille se convirtiera en Emperador, mientras aún competÃa con el PrÃncipe Tala, fue el Duque Atraxi quien llevó la historia del matrimonio a Lanamun. Incluso le gritó a Lanamun diciendo: "Te convertirás en la Emperatriz masculina en el futuro". Asà que no sé lo vergonzoso que fue cuando Latille mencionó la historia de las concubinas. Su plan se distorsiono, aun asà ¿qué le dices a Lanamun quien esta aquà en la oficina? Para su hijo, cuyo orgullo era lo suficientemente alto como para perforar el cielo, no estaba muy seguro como debÃa transmitir el asunto. Lanamun estaba muy orgulloso, sin embargo al escuchar la noticia estaba claro que la Mansión estarÃa hecha de hielo durante meses. Aún asÃ, debÃa decirle, y me trague un sentimiento de vergüenza y le entregué la absurda noticia. Cuando se supo que inesperadamente se convertirÃa en concubina, el Duque se sintió bastante avergonzado.
- Hijo mÃo, ¿Sabes lo que es una concubina? .....
Esta bien si no le interesa en lo absoluto el mundo social... Pero, ¿y si ni siquiera sabe lo que es una concubina? ¿Qué debe decir si no lo sabe? El Duque se sintió avergonzado y esperó la respuesta de Lanamun. Afortunadamente, Lanamun respondió sin dudarlo.
- Originalmente era un sistema del Hwawol-Guk, pero se ha extendido y se ha establecido como una moda durante el gran perÃodo de intercambio cultural hace mucho tiempo. Antes de eso, fueron formalmente llamadas "amantes del Emperador". Por supuesto a diferencia de la amante que era elegido por el Emperador y desempeño el papel de amante por completo, se sabe que las concubinas se dedican a un próposito, independientemente de la voluntad del Emperador, o como rehenes. En cambio, las concubinas son reconocidas como miembros de la Familia Imperial.
El Duque asintió tembloroso. ParecÃa conocer muy bien la teorÃa.
- A diferencia de la Emperatriz no hay trabajo oficial, y su principal prioridad es darle alegrÃa y estabilidad al Emperador.
También estaba familiarizado con la práctica.
- Especialmente, en la noche.
Incluso la realidad.
- Aunque todavÃa no lo he experimentado, puedo aprender rápidamente, y si lo aprendo luego puedo despertar la fiebre....
- ¡Hijo!
El Duque Atraxi se asombró y cerró la boca de su hijo. Dijo que era un adulto, pero aún era un niño. No querÃa hablar asà con su hijo mayor. Por supuesto, lo habrÃa odiado aún más si fuera menor. Lanamun retiró sombrÃamente la mano del Duque.
- ¿No es esta la realidad?
- ¿De verdad vas a convertirte en concubino?
"¿Con tu temperamento?"
- Si.
La sonrisa de Lanamun era frÃa. Era cierto que el Duque Atraxi estaba preocupado. Al contrario de su apariencia sombrÃa, el orgullo de Lanamun estaba muy herido en este momento. Sin embargo, no habÃa ninguna intención de concesión de terceros. Lo quiera o no, es desagradable que alguien ocupe el puesto que le correspondÃa como candidato.
"No quiero inclinarme y saludar a los que son menos que yo. ¿Recoger un esposo? ¿De entre los concubinos? ¿Elegir esposo de entre los concubinos?" Lanamun se muerde los labios con firmeza. El Emperador no era un idiota, obviamente sabe quién es el candidato más influyente. Sin embargo, la declaración de que no elegirÃa un esposo fue una opinión de que no querÃa tomarlo a él como un esposo. Lanamun no podÃa aceptar eso.
- Me convertire en concubina, siendo Blarney.
n/a: Blarney= persona con Labia, es decir, con la habilidad de hablar con gracia y con convencimiento.
El Duque se retiró por las palabras convencionales de su hijo.
- ¿Tienes los documentos relacionados con la concubina?
Lanamun, con la mirada frÃa, tomó los documentos que el Duque Atraxi estaba tratando de tirar. Luego sacó un bolÃgrafo del bolsillo superior de su chaqueta y firmó el documento sin dudarlo. En un abrir y cerrar de ojos, el Duque sostuvo el papel con la firma de su hijo. Lanamun volvió a guardar el bolÃgrafo, haciendo un frÃo aviso.
- En menos de un año, el Emperador me nombrará su esposo.
- .... Esta bien. Yo también lo espero.
- Para lograrlo, mi padre debe prepararse a fondo.
¡Listo! Dicho esto, el Duque de Atraxi recordó que no era el momento de sobresaltarse. Ahora que decidió convertirse en concubina, debe prepararse mucho. La competencia entre los concubinos seguramente sea feroz y aterradora. El Duque preguntó con un rostro nervioso.
- ¿Qué debo preparar para ti? ¿veneno? ¿AfrodisÃaco? ¿Soborno de personas? ¿Un escolta disfrazado de sirviente? Dime lo que necesites y lo prepararé para ti.
Ante ese comentario serio y amargo, Lanamun asintió y dijo.
- Me gustarÃa un libro sobre técnicas nocturnas.
- ¡Hijo!
"¡¿Hasta dónde vas a prepararte?!"
*****
El Conde Bretta estaba desconcertado, ¿Por qué de repente se habÃa convertido en el representante de la delegación de Karrisen? TenÃa un historial de ir y venir como enviado. Sin embargo, habÃa gente mucho más experimentada. Además decir que era por su cercana relación, el Conde no era cercano al Emperador Lastrasille. Cuando el Emperador luchó por el Trono con el PrÃncipe Tratala, tampoco la apoyó. Si hubiera tenido que elegir entre ambos, habrÃa elegido al PrÃncipe Tratala. Dado que es una relación tan compleja, decidió que era mejor callarse por el momento.
- ¿Sigues preocupado?
El Conde Bretta respondió sin rodeos a lo que dijo el asistente con una sonrisa.
- Es extraño pensar en eso, tal vez haya tenido otras intenciones.
- Jajaja, ten más seguridad. Es bueno que lo haya designado directamente como representante de la primera delegación.
- ¿Es eso asÃ?
- Por supuesto.
Cuando el asistente repitió las buenas palabras una y otra vez, el Conde comenzó a sentirse aliviado. Sin embargo, tan pronto como llegó a Karrisen y le contó la historia de la concubina al Emperador, el Conde supo el por qué el Emperador Lastrasille se atrevió a nombrarlo jefe de la delegación. El Emperador de Karrisen les dió la bienvenida a los enviados del Imperio de Tarium con mucha amabilidad, difundiendo una sonrisa resplandeciente en su rostro, el cual se rumoreaba que era hermoso hasta en el próximo paÃs. Pero esa sonrisa deslumbrante desapareció una vez que el Conde Bretta reveló el próposito de la misión. El Emperador Haizens apretó los dientes con furia.
- ¿A quién? ¿A quién quieres que te envie?
Pronunció palabra por palabra e hice la pregunta, pero al final apretó el Trono y dijo.
- ¿No es el actual Emperador de Tarium el Emperador Lastrasille?
- Si, lo es.
- Entonces, ¿El Emperador Lastrasille lo envió para elegir un hombre para incorporarlo a su Harem? ¿A mi?
Resultó que el Emperador Haizens y el Emperador Lastrasille parecÃan tener una relación personal.... algo mala. En otras palabras, el Emperador Lastrasille esperaba que el Emperador Haizens se volviera loco y mandó al Conde Bretta como encargado de la delegación. No, aunque era demasiado, el Conde Bretta estaba llorando. Es cierto que al lado del PrÃncipe ahora es mas adecuado para ser Emperador, pero no lo habÃa demostrado por fuera. Un estallido, un sonido tremendo despertó al Conde Bretta, tragandose un hipo, abrió los ojos y miró al Emperador de Karrisen. Ahora no era el momento de arrepentirse, le dieron una misión y tiene que hacer lo que le dijeron que haga, a menos que renunciara a la propiedad y emigrara. El Conde Bretta despidió cuidadosamente su boca en un tono tan asombroso como fue posible.
- Su Majestad el Emperador de Tarium tiene un favor infinito por Karrisen. ¿No enviamos concubinas de Tarium a Karrisen hace dos años? Dijo que si enviabas concubinas de Karrisen a Tarium esta vez, los dos paÃses estarian atados por dos cometas, siendo su relación aun más fuerte.
El Conde Bretta sacó una carta con el sello del Emperador en sus brazos.
- Esta es una carta personal de Su Majestad Lastrasille.
El secretario en jefe, que estaba detrás del Emperador Haizens, se acercó, recibió la carta y se la devolvió al Emperador Haizens. El Conde Bretta lo miró, tragando saliva seca.
-.....
El Emperador Haizens rompió el sello de la carta, mirando el lujoso papel dorado. El Conde Bretta apretó las manos, deseando que Su Majestad Lastrasille escribiera una carta sólo con buenas palabras. Esperaba que no existiera tal cosa como "matar a la persona que tomó esto" en la carta. Pero todo el tiempo que leyó la carta, el Emperador Haizens se mantuvo inexpresivo y no pudo entender. Después de que pasó algún tiempo, finalmente el Emperador Haizens dejó lentamente la carta que sostenÃa en sus manos. El Conde Bretta respiró observando detenidamente la expresión del Emperador con su corazón tembloroso.
"¿Qué diablos escribiste en la carta?"
Cuando observo la cara del Emperador Haizens, parecÃa que este querÃa destrozar y asesinar al Conde en ese mismo momento.
" Necesito un hombre para que se una a mi Harem. Ya conoces mis gustos, envialo a consecuencia. Estará en un harem asi que no necesita ser inteligente. Sin embargo, espero este al nivel de una conversación decente. Evite las combinaciones de cabello castaño y ojos grises. SerÃa desagradable que se pareciera a ti"
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