Capítulo 67.
Aden envolvió su brazo alrededor de los hombros de Ilyin y la ayudó a sentarse.
- No tienes que preocuparte demasiado. - dijo mientras ajustaba la seda del Norte Azul en la cabeza de Ilyin. - En tu previsión, en realidad no morí. Acabo de lesionarme y mis heridas se curan rápidamente una vez que estoy en la región de invierno.
Ilyin logró asentir aunque todavía no estaba del todo convencida.
- No puedo evitar que me lastimen, pero al menos descubriremos las identidades de los que están debajo de las máscaras negras. - la tranquilizó Aden. - Tendremos que intentar engañar a Idith, no, el sueño.
Al escuchar su nombre, Idith se puso alerta, - ¿Perdón?
- Idith. - Aden le hizo señas para que se acercara - fuera del carruaje.
El carruaje se detuvo. Idith tenía curiosidad por saber qué estaba pensando su amo, pero obedientemente abandonó el carruaje sin decir una sola palabra. Cuando se fue, Aden cerró las cortinas y su mano comenzó a brillar azul mientras usaba el poder divino. La luz era extremadamente brillante, ya que parecía que estaba usando más energía de lo habitual, pero no había una diferencia notable en el entorno.
- ¿Qué hiciste? - Ilyin estaba confundido.
- Idith está muy familiarizada con la región invernal, pero no sabe mucho sobre el terreno de la región cálida, por lo que tendrá que arreglárselas mirando el mapa. - señaló Aden hacia el frente, el carruaje estaba acercándose rápidamente a la región cálida. - Si las personas que nos emboscaron conocen nuestro destino, significa que saben quién soy. - dijo Aden. Esto significaba que no los seguirían a la región de invierno ya que sabían que la persona a la que perseguían era el Duque de Invierno. - Estoy pensando en estrechar el borde de la región de invierno, para que parezca parte de la región cálida. - La frontera que separaba las regiones cálidas e invernales era muy clara.
- Ah. - Ilyin asintió al entender su plan.
Aden manipularía el clima para que la región invernal cerca de la frontera fuera cálida. De esta forma tanto Idith como el grupo de enmascarados pensarían que esa era la región cálida. Los atacantes enmascarados luego entrarían en la región de invierno con su realización.
Aden sonrió oscuramente al verla darse cuenta lentamente de su plan - Podré mostrarles el invierno.
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El carruaje llegó a salvo a la región cálida. El Acid Merchant había enviado gente a la frontera para saludar al grupo Biflten. Como eran de la región invernal, se les preparó ropa más adecuada para la región cálida. Sin embargo, el grupo de la región de invierno no tuvo problemas con sus propios atuendos.
- ¿Qué está sucediendo?
Los comerciantes estaban discutiendo entre ellos, pero se detuvieron de inmediato cuando se dieron cuenta de la presencia de Ilyin.
- Saludos, señora. - Hicieron una cortés reverencia y empujaron rápidamente la ropa que trajeron dentro del carruaje.
- Yo me encargaré de eso. - Ilyin sonrió amablemente mientras señalaba la ropa. Le agradecieron de todo corazón mientras el alivio los invadía y antes de irse, se inclinaron amablemente ante ella.
Era al atardecer cuando el grupo llegó al Acid Merchant. El grupo de la región de invierno parecía nervioso porque no podían acostumbrarse a la luz del sol. Incluso el usualmente indiferente Aden parecía interesado mientras miraba su sombra que se alargaba debido al sol. Ilyin se rió en voz baja ante sus reacciones. Parecía que tendría que ayudarlos mucho aquí en la región cálida.
- Bienvenidos. - les saludó enérgicamente Milo, de Acid Merchant.
El breve saludo fue completamente diferente al de cuando los saludó en la región de invierno. Ilyin se sorprendió pero pronto entendió. El líder de Acid Merchant era Milo y si estaba demasiado familiarizado con ellos frente a la gente de la región cálida, estaría revelando dónde estaba su lealtad. Parecía que Aden pensaba lo mismo ya que no dijo nada al respecto.
- El representante del Vizconde está esperando. - informó Milo en voz baja.
Aden ladeó la cabeza hacia un lado - ¿Representante? - Su voz era tranquila pero había un toque de molestia. El grupo que acompañaba a Milo se inclinó aún más al escuchar el tono de voz de Aden. Se sentía como si el aire a su alrededor de repente se enfriara. - Estoy bastante seguro de que dije que me reuniría con el propio Vizconde. - Sus palabras resonaron en el silencio.
Milo sabía que el Duque de Invierno no podría usar el poder divino en la región cálida, pero no pudo evitar sentir que su cuello se enfriaba. Fueron las palabras y el aura del duque las que emanaron esa frialdad.
- Lo corregiré. - Hizo una reverencia y rápidamente volvió al edificio comercial.
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