Capitulo 4.1
Junto a un
callejón oscuro donde no hay letreros de tiendas, Jason está merodeando frente
al edificio con una atmósfera sospechosa.
Era uno de
los jóvenes del templo.
Jason solÃa
ser responsable de algunos trabajos problemáticos.
‘¿En qué
tipo de recado estás hoy?’, Se preguntó Hannah.
De hecho,
era un templo con tantos lados en mal estado que no era sorprendente ver lo que
estaba haciendo.
Hannah dio
unas palmaditas en la fiable cesta de la compra con las manos para calmar los
nervios por Jason.
‘¿Esta noche
deberÃa ser una mesa lujosa, verdad?’
Aunque su
billetera estaba vacÃa, su corazón era generoso.
El rostro de
Hannah se ensombreció porque estaba preocupada por el próximo mes.
"Si lo
vende como experimento, el precio se duplicará. Pero el estándar es estricto.
Es un poco difÃcil incluso si son demasiado jóvenes"
"¿Cuánto
puedes conseguir?"
"Puedo
tomar 500 de oro cada dos".
"¿Me
puedes dar un poco más por tres?"
Mientras
Hannah pasaba por la calle, escuchó algo extraño sobre su conversación.
‘¿Experimento?’
Hannah miró
hacia donde estaba Jason.
‘La persona
que lanzó la langosta negra frente a él, Oh, el malo'.
El paso de
Hannah se ralentizó y cayó justo detrás de un árbol a lo largo del camino.
Y luego
levantó la oreja para escuchar.
"No
ahora, pero te llamaré cuando termine la auditorÃa.”
"No
deberias tener un lugar enfermo. Tenga en cuenta.”
"No te
preocupes.”
"¿Son
esos niños de la guarderÃa?”
Su corazón
se hundió cuando escuchó la palabra.
‘GuarderÃa.’
Mis manos
estaban tan débiles que apenas logré agarrarme de algo y casi me caigo al
suelo.
‘De ninguna
manera.’
De repente,
las palabras del Sumo Sacerdote vinieron a su mente.
"Estoy buscando un lugar para
enviar a esos niños a través de Jason..."
‘Loco. Loco.
¡Loco!’
‘El lugar
donde me dijo que enviara a los niños no era otra guarderÃa.’
‘¡Estaban
haciendo un plan vicioso para vender a los niños como experimentos!’
Su corazón
latÃa con fuerza.
‘No importa
cuán basura sea el templo, ¡Esto es demasiada basura!’ Ella no podÃa quedarse
asÃ.
Hannah se
llevó los hombros temblorosos y corrió directamente a la guarderÃa.
"¡Oh,
es sopa de maÃz!"
"¿Es
pan?"
"Pez.
Los niños
estaban felices de encontrar el menú que querÃan en la mesa generosamente
preparada.
"Bueno,
no habrÃa tenido que comer pan y pescado, pero la maestra es realmente..."
Los lindos
hoyuelos de Masha se mostraban en su rostro.
Estaba claro
que estaba de buen humor cuando lo dijo.
Masha caminó
y abrazó la cintura de Hannah y le frotó la cabeza.
"Te lo
diré seguro, pero la maestra no favorece a nadie más."
"SÃ,
pero mi pan aún sabe mejor".
Jeremy dijo,
comiendo el pan con mermelada de manzana.
Afortunadamente,
los niños ya no mencionaron a quién aman más.
De hecho,
Hannah estaba tratando de sonreÃr a los niños, pero sus entrañas estaban
ennegrecidas.
Fue porque
las palabras que escuchó durante el dÃa seguÃan viniendo a su mente.
‘Sujetos de
prueba... Venderlos.’
Su rostro se
arrugó por un pensamiento tan terrible.
Trató de
esconderlo frente a los niños, pero no pudo detener todos los largos suspiros.
‘No puedo
quedarme asÃ.’
En pijama y
acostada en su cama en la guarderÃa, Hannah no podÃa dormir en absoluto. El
trabajo diurno era más estresante que la hora de acostarse.
‘Eh. Solo me
pagan un poquito... creo que me van a despedir pronto, y no tengo ninguna
habilidad especial’
Por mucho
que pensara en cómo sacar a los niños del peligro, no pude encontrar una
respuesta.
‘Debo salir
y vivir con ellos...’
Era
imposible asumir la responsabilidad de los tres niños, que no tenÃan dinero en
la mano y acababan de dejar la guarderÃa.
Además, ella
sabÃa e incluso entendÃa sobre este mundo.
La guarderÃa
debe mantenerse el mayor tiempo posible hasta que los niños alcancen la edad
adulta.
Esa fue la
única respuesta.
Ella recordó
con calma el contenido de la novela.
Los cuentos
del pasado de los niños eran cuentos cortos, pero los recordé poco después de
leerlos.
‘La
malversación del templo no es un dÃa o dos’.
Los fondos
del templo incluÃan donaciones de creyentes, subsidios del paÃs y subsidios
adicionales para los ancianos si habÃa una compensación adicional o instalaciones
para los ancianos.
‘¿Puedo
recordar todos esos flujos de dinero sin un libro?’
Era una
virtud natural para los villanos descubrir el libro mayor.
Si los niños
se quedaran solos, los hubieran arrastrado a un mal lugar.
La
conciencia humana no le permite verlo sola, aparte de culparlo y matarlo
después.
Sin embargo,
estaba claro que ella y los niños morirÃan de hambre si se escapaba con ellos.
Solo hay una
respuesta.
Busque los
libros de contabilidad. Y amenazar al Sumo Sacerdote.
QuerÃa ir a
registrar la oficina del Sumo Sacerdote al amparo de la oscuridad en este
momento, pero cuidar a tres niños durante el dÃa era agotador.
‘Primero,
vayamos a la cama’.
Hannah no
pudo evitar el parpadeo de sus párpados y se quedó dormida.
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