Capitulo 34
Cuando llegó la hora de comer, los
miembros de la tripulación vinieron a nuestra cabaña para poner la mesa con los
platos.
'Esto de aquà es el poder del
propietario de un edificio, quiero decir, del propietario de un ferrocarril...'
Pero entonces, no puedo quedarme
sentada aquà asombrada.
Porque, el asesino, disfrazado de
miembro de la tripulación, traerÃa nuestra comida.
El problema más importante era que
la novela no especificaba cuándo aparecerÃa exactamente el asesino.
La novela mencionaba que el
asesino de repente pareció causar estragos mientras estábamos fascinados con el
viaje en tren...
Al menos, ¿deberÃa estar agradecido por la descripción de que sucedió durante
la cena?
Por eso no podÃa relajarme cada
vez que me servÃan las comidas.
Asà que esa debe ser también la
razón por la que no pude digerir bien la comida, lo que naturalmente me llevó a
tener un malestar estomacal.
"Eughhh..."
Con incredulidad, Luca chasqueó la
lengua cuando me vio acostada frotándome débilmente el estómago hinchado.
"Quiero decir, ¿cómo puede
una persona que tiene el estómago duro de pan tener una indigestión
repentina?"
"Pensé que incluso podrÃa
comer metal también... Qué
desperdicio de alimentos buenos y costosos".
"Ughh..."
Cuando las quejas de Luca entraban
por un oÃdo y salÃan por el otro, apoyé mi cuerpo contra el brazo del sofá.
Sé que es de mala educación
delante de Rüdiger, pero como estaba sufriendo, no tuve otra opción.
Incluso si tomaba algún
medicamento digestivo, no estaba funcionando tan bien. ¿Entonces qué debo hacer? ¿Solo sufrir? Bien podrÃa recurrir a algún remedio
popular. Lo sostuve mientras
presionaba firmemente el área entre el pulgar y el segundo dedo.
Mientras estaba ocupado con eso,
Luca se sentó a mi lado y preguntó:
"¿TodavÃa mal? ¿Incluso después de tomar la medicina
digestiva? ¿No podemos llamar al
médico en la próxima parada?"
"Esta bien. Si sigo haciendo esto, mejorará".
“¿Masajear tu mano funciona? Esa es la primera vez que escucho eso".
Los ojos de Luca se entrecerraron
con duda.
No habÃa forma de que no pudiera
perderme su mirada preocupada.
Aún asÃ, ver cómo cuida a su tÃa
fue conmovedor.
QuerÃa sonreÃr pero no tenÃa fuerzas para hacerlo.
Con mi voz casi muerta, respondÃ:
"Todo esto es parte del
remedio popular".
Este remedio popular no es de este
mundo, pero la anatomÃa humana es lo suficientemente similar como para que
funcione. De lo contrario,
funcionará como un placebo.
Con eso en mente, continué
masajeando firmemente mi mano, pero Rüdiger de repente se acercó, tomó mi mano
y preguntó:
"¿Está eso aquÃ?"
Poco después de que la mano grande
y cuadrada de Rüdiger envolviera mi mano, que aparentemente desapareció, sentÃ
el dolor de su masaje.
La presión de mi masaje en mi
propia mano era incomparable a la de él, un grito automáticamente se me escapó.
"¡Ay, ah!"
"Um... ¿No está aquÃ?"
Rüdiger se asustó y soltó mi mano.
Mientras evaluaba torpemente mi
reacción, murmuró:
"ParecÃa que era difÃcil
masajearte la mano por ti mismo, asà que querÃa ayudar... ParecÃa que presioné
el área equivocada".
"No eso no es. No es que duela cuando presionas con
firmeza, solo duele cuando tienes indigestión".
"¿Es eso asÃ? Sabe mucho, lady Judith”. Rüdiger respondió con admiración.
Se siente como si estuviera
teniendo expectativas extrañas y construyendo confianza en mÃ...
Aún asÃ, es bueno que él piense
muy bien de mÃ, pero también bastante pesado... Dejé escapar una sonrisa
incómoda y me rasqué la nuca.
Como por costumbre, apreté mi mano
de nuevo, pero parecÃa que la fuerza en mi mano se habÃa ido, la presión del
masaje era débil. Mis ojos se
dirigieron automáticamente hacia la mano de Rüdiger.
Cuando su mano masajeó la mÃa no
hace mucho, fue bastante refrescante.
En cualquier caso, Rüdiger vino a
ayudar. Entonces, no es demasiado
imponente preguntar. Estaba
esforzándome por justificar mi acción y solicité con cuidado:
“No es que… Uh, Sir Rüdiger, ya
que vino a ayudar, ¿puedo pedirle un favor? PerdÃ
mi fuerza".
"…Lo haré. Váyase, señor.”
Antes de que Rüdiger pudiera
responder, Luca saltó y me agarró la mano. Luego
hizo todo lo posible para masajear, pero con manos tan pequeñas, no pude sentir
mucho alivio.
Hubiera sido mejor si me masajeara
la mano, incluso si estuviera tan débil.
0 Comentarios