Capitulo 23
"¿Qué quieres decir? Estamos lejos de terminar".
“Ya compraste más que
suficiente. Ya no lo necesito".
“Tenemos que ir a comprarles
botas nuevas, asà como sombreros nuevos. ¿Qué
quieres decir con que no necesitas más?"
"Espera un momento,
dejando a un lado las botas, ¿no acabas de comprar un sombrero antes?"
“Simplemente lo compré porque
venÃa como un juego… Pero hay sombreros mucho mejores en la sombrererÃa que en
la sastrerÃa.”
"¿De qué estás
hablando?"
Mi voz se elevó sin que yo lo
supiera.
Espera, dijiste que no tenÃamos
tiempo.
¿Por qué tenemos que ir a la
sombrererÃa si no tenemos tiempo suficiente? No
es que no tenga sombreros, ¡los tengo!
En cualquier caso, no podÃa
entender los hábitos de gasto de los aristócratas.
De hecho, la familia Winterwald
tiene mucho dinero para gastar, pero incluso entonces, ¿es normal que Rüdiger
compre productos caros para la hermana menor del amante de su hermano?
Por supuesto, Luca está
relacionado con la sangre y no es tan extraño comprar artÃculos para niños,
pero... La
verdad, soy un completo extraño.
PodrÃamos ser considerados como
suegros, pero el hecho es que sin un matrimonio adecuado, no estamos
relacionados de ninguna manera.
Como recibà obsequios tan
caros, no sabÃa cómo recibirlos.
Avergonzado, jugueteé con mis
dedos.
No sé cómo leyó mi expresión, pero Rüdiger de repente me miró directamente y
preguntó:
"¿No deseas tanto aceptar
mis regalos?"
"¿Perdón? No. No es que no quiera aceptar tus
regalos..."
Me quedé sin palabras cuando me
miró directamente.
¿Te imaginas lo poderoso que es
cuando un rostro guapo no tiene una expresión as�
Sentà como si me convirtiera en un criminal y mi culpa me envolvió como un
tornado.
Mientras yo dudaba, él no tuvo
problemas para hablar.
“Si no es asÃ, ¿no deberÃa
haber ningún problema? No hay
problemas, ¿correcto?"
¿Qué está tratando de lograr?
Salà del aturdimiento y agregué
torpemente:
"No, no es. Es solo que es demasiado para mÃ".
“Ah… Qué desafortunado. Para mÃ, no lo es. Por favor, no se agobie demasiado".
Rüdiger respondió con lástima.
Su actitud era tan descarada,
que no supe de qué estaba hablando al principio solo por leer su expresión.
La novela original describÃa a
Rüdiger desde la perspectiva de Luca, asà que solo lo conocÃa como una persona
madura y sencilla...
Con este lado inesperado de él
que se asomaba de vez en cuando, era incómodo para mÃ.
Especialmente con sus gestos aristocráticos egocéntricos, sin saberlo, a menudo
encontraba mis respuestas atascadas en mi garganta.
Finalmente, tuve que pasar por
2 tiendas separadas, la sombrererÃa y la zapaterÃa.
Mis ojos aterrizaron en una
campana de marfil, acentuada con una tela rosada cortada en forma de una gran
peonÃa meciéndose con el viento.
A continuación, habÃa una cinta
cuidadosamente atada que colgaba de un canotier en forma de pastel.
En otra dirección, me llamó la atención una red negra que cubrÃa el borde de
una pequeña gorra de cóctel rematada con una pluma de avestruz.
Ni siquiera podÃa imaginarme cuán masiva era la selección de sombreros aquÃ.
Por eso no le bastaba con los sombreros de la sastrerÃa.
Solté un suspiro mientras
miraba las cajas llenas de sombreros apilados pulcramente uno encima del otro,
como muñecas matryoshka.*
(*N/T: Las muñecas rusas que se
meten una dentro de la otra.)
No se detuvo allÃ; la juerga de compras se reanudó de
nuevo en la zapaterÃa.
Botines de esmalte negro
adornados con botones de obsidiana con hilos de oro y botas a media pantorrilla
de cuero de gamuza marrón oscuro eran solo un par de artÃculos de la amplia
selección que tenÃamos frente a nosotros.
ParecÃa una persona que no
podÃa derrochar lo suficiente para mÃ, emitiendo un aura de ansiedad.
Trajo todo lo que llamó su
atención. Y luego agregarlos a la
pila de productos para comprar.
Era evidente que la cantidad de cosas que necesitábamos traer de vuelta se
multiplicaba.
“Necesitas al menos dos tipos
de estilos de botas: botas adornadas con botones y botas Balmoral con cordones. Se usan para diferentes ocasiones".
Rüdiger me sermoneó.
Ya no tenÃa mucha fuerza para ir en contra de la voluntad de Rüdiger; Solo asentà con la cabeza, haz lo que quieras.
0 Comentarios