Cómo sobrevivir como la esposa del Duque Monstruoso - Capítulo 47

 


Capítulo 47.

ALERTA +18... Mis puercxs de Salem, este capítulo contiene escenas cochinas, por lo que espero que lean bajo su propia responsabilidad... Los quiere, Valkyana.


- Quiero hablar contigo primero. He tenido curiosidad todo el día. - dijo mientras exhalaba profundamente.

- ¿Acerca de? - Ilyin inclinó la cabeza

- ¿Cuál es el secreto que quieres saber? - Aden había decidido que sería mejor preguntarle a Ilyin qué quería saber mientras ella estaba relajada en la cama y, por primera vez, no evitó su mirada.

- Si puedo preguntar. - comenzó.

- Sí.

Su respuesta fue rápida, e Ilyin colocó su mano sobre su muslo y suavemente le preguntó - ¿Me congelo si nuestras miradas se encuentran? 

Ilyin lo sintió temblar bajo su mano y pensó que tal vez no era una buena pregunta. El silencio fue más largo esta vez, y la voz de Aden estaba más cerca cuando sus manos se extendieron y cubrieron su mejilla.

- ¿Sería esta una respuesta? - Su nariz se encontró gentilmente con la de él, y pensó que se miraban directamente el uno al otro en la oscuridad. Aden permaneció así mientras sus respiraciones se mezclaban y ella disfrutaba de la sensación de su calidez.

- Entonces, ¿puedes mostrarme tu cara? - Sabía que solo necesitaría un poco de luz para hacerlo. Ilyin sintió que su mano se apretaba sobre la de ella y se dio cuenta de que ya había hecho dos preguntas, pero a Aden no pareció importarle.

- Por supuesto. - respondió. Su respuesta fue más ligera de lo que esperaba, pero eso no fue todo. Ilyin sintió su cálido susurro en su oído - Pero tienes que prometerme una cosa.

- ¿Qué es?

Su voz era dulce como el diablo - No puedes huir del castillo después de ver mi cara, Ilyin.

Aden la abrazó como si no la dejara ir, sin importar cuál fuera su respuesta, y su mano se deslizó desde su mejilla hasta su suave y flexible pecho mientras colocaba suavemente su rodilla entre sus piernas. Ilyin sintió su muslo fuerte y musculoso a través de su ropa y lentamente se frotó contra ella, estimulando su clítoris y su cuerpo respondió de inmediato a su toque.

Sintiendo su mano caliente sobre su piel, Ilyin pensó que ella no le habría pedido que revelara su rostro si hubiera tenido la intención de huir. Cerró los ojos levemente, sabiendo que le gustaba este lugar, aunque había dudado al principio, ahora estaba segura. A pesar de que era un ambiente frío, extraño y aterrador, a ella le gustaban los Delroses y Aden, y su instinto le decía que él nunca la dejaría ir.

Ilyin levantó la mano para acariciar el hombro de Aden primero y sintió frialdad, pero cuando sus dedos trazaron su piel y alcanzaron su garganta, sintió el calor que irradiaba de su piel. Su mano tembló un poco porque no había hecho tales cosas antes, y los labios de Aden se abrieron como si quisiera decir algo.

Ella extendió la mano para tocar otras áreas de su atractivo cuerpo y rozó sus pestañas. Estaba intrigada al ver cómo se veía su rostro después de tratar de imaginárselo en su mente durante tanto tiempo, y se sintió emocionada por finalmente conocer al verdadero Aden.

- ¿Quieres ver mi cara?

Sería una mentira decir que no, pero Ilyin vaciló con su respuesta. Apenas se había aferrado a la finca Arlen y se sentía como si estuviera al final de su cuerda allí, donde solo un profundo abismo la había recibido cada noche. Había pensado que solo sería en un sueño que alguien la esperaría y pasaría la noche con ella, abrazándola y consolándola, así que este momento se sintió muy surrealista.

- Tienes una oportunidad, Ilyin. - susurró Aden con una voz profunda y clara. - Si quieres correr, hazlo ahora.

- No correré. - respondió Ilyin, y su mano que había estado sobre la de ella ahora se movió hasta su hombro. Ahora su cuerpo estaba tan caliente como frío. Su vestido se deslizó de su hombro, y sus labios viajaron perezosamente a su cuello y su pecho. Ilyin gimió suavemente cuando Aden le desabotonó el vestido y le acarició suavemente la clavícula. Las yemas de sus dedos trazaron círculos a lo largo de su pecho mientras jugueteaba con sus duros picos, lamiéndolos con su lengua caliente y húmeda.

Mientras la atención de Ilyin estaba concentrada en sus dedos, su otra mano se movió entre sus muslos, y con un ligero tirón, le quitó la falda mientras sus dedos continuaban acariciando su piel. Ya estaba mojada porque sabía lo que se avecinaba. Sus manos jugaron con su ropa interior, aún por quitar, y le acarició el clítoris a través de sus sedosas bragas. Los movimientos lentos y burlones de su dedo hicieron que su cuerpo se retorciera de anticipación y temblara de lujurioso anhelo mientras sus gemidos se volvían más fuertes.

Sonidos húmedos llenaron la habitación que alguna vez fue silenciosa cuando Aden sostuvo una de sus delgadas piernas con su mano derecha y sus caderas se elevaron en el aire mientras él continuaba frotándola suavemente entre sus muslos.


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