Capitulo 12
Pensé para mis adentros
que era mejor con él muerto, pero obviamente no podÃa decirle eso a la cara de
su hermano menor Rüdiger.
Traté de encontrar alguna
manera de expresar mi sorpresa por esta situación mientras ofrecÃa mis
condolencias por la muerte de Jonas, mientras actuaba desinformada.
Rüdiger también estaba tan abrumado con esta situación que no prestó mucha
atención a mi reacción. Me sentà un poco aliviado.
“En la carta, no se
mencionó ningún otro identificador que no sea el apellido Maybaum; por eso
me tomó tanto tiempo encontrarte. Mis más sinceras disculpas".
“No hay necesidad de
disculpas. Tu hermano mayor ocultó esto, asà que no se pudo haber hecho
nada al respecto".
Respondà con facilidad.
La verdad es que Rüdiger
me gustó tanto como Luca, como el personaje Rüdiger Winterwald.
No es difÃcil amar al protagonista de la novela, su partidario y su devoto
mentor.
Además de eso, dado que ambos eran bastante guapos, estaba claro que mi
impresión de ellos solo podÃa volverse más favorable.
Mientras respondÃa por
cortesÃa con un coraje inesperado, este apuesto aliado miró hacia las escaleras
del segundo piso y susurró con vacilación en voz baja.
"Parece que el niño
que se presume es el hijo de mi hermano está arriba".
"Asà debe ser".
"¿El nombre
es?"
“Luca. Se llama Luca".
Rüdiger siguió repitiendo
el nombre de Luca.
Debe haber estado extasiado ahora al saber sobre la existencia de su sobrino.
Además de eso, Rüdiger no querÃa casarse; como si tuviera un hijo propio,
enterarse de la existencia de Luca le trajo mucho orgullo y alegrÃa.
Incluso en la novela, Rüdiger tomó a Luca como si fuera suyo y lo cuidó.
Pero…
'Con esa mirada y sin
pensamientos sobre el matrimonio, eso es como un insulto a la humanidad...'
Ese ADN superior debe transmitirse a las generaciones futuras para que la
humanidad pueda ser al menos un poco más feliz.
No podÃa dejar de estar tan decepcionada.
¿No estaban programados los seres vivos para que crecieran en número y
evolucionaran con mejores genes?
Perdido en mis pensamientos, preguntó Rüdiger con cuidado, sacándome de alguna
manera.
"Disculpe, pero
¿cómo es usted pariente de Luca, señora...?"
"TÃa, soy su
tÃa".
Me apresuré a responder.
Su expresión de alguna manera era más tranquila.
Con una voz relajada, preguntó:
"¿Qué hay de la madre
de Luca?"
"Murió hace 5 años
debido a la peste..."
Tan pronto como respondÃ,
el rostro de Rüdiger se volvió sombrÃo.
Al mirar hacia abajo, sus ojos gris azulados vacilaron como la niebla de la
mañana.
Su expresión volvió
abruptamente a su habitual comportamiento tranquilo y pétreo.
Cerró la boca y silenciosamente hizo la señal de la cruz.
"Que descanse en
paz."
Su figura parecÃa tan
santa; parecÃa que los rayos de luz brillaban detrás de él.
“No tengo palabras para
decir sobre las malas acciones de Jonas. Incluso como miembro de la misma
casa, me da vergüenza".
"Bueno, hay una
oveja negra en cada hogar, independientemente de su estatus".
Judith era esa persona en
la casa de Maybaum.
Como no era yo mismo, mentà con los dientes.
Rüdiger, probablemente sin darse cuenta de que Judith era la oveja negra,
asintió con la cabeza.
“Jonas era soltero, por
lo que Luca era su único hijo. Mi madre y mi padre se enteraron de la
existencia de Luca y están entusiasmados de conocerlo".
Hizo una breve pausa.
Estaba a punto de sacar a colación algo que parecÃa vergonzoso.
Aunque tenÃa una idea aproximada de lo que vendrÃa, mi corazón todavÃa estaba
acelerado.
Los labios de Rüdiger se
abrieron mientras inhalaba profundamente con determinación.
Pude ver su puño apretado
sobre la mesa, las venas de sus manos abultadas.
Finalmente habló.
"Me doy cuenta de
que es de mala educación preguntar ya que has estado cuidando de Luca hasta
ahora, pero ¿puedo llevar a Luca a Winterwald conmigo?"
¡Como se esperaba!
¡Luca se dirige a Winterwald!
Al ver la novela finalmente ponerse en movimiento de primera mano, honestamente
me sentà bastante emocionado; QuerÃa dar una ovación de pie.
Pero no pude hacer eso.
Tuve que repensar las 2 cosas sobre las que tenÃa que tener cuidado.
No sé nada, aparte de que
soy una buena tÃa que adora a Luca. Soy una buena tÃa.
Como si me condicionara
muchas veces, puse cara de sorpresa y preocupación.
No estaba segura de cuándo tomar el tiempo de mis asentimientos para no
levantar ninguna sospecha, asà que, como si estuviera perdido en la angustia,
jugueteé con mi taza de té.
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