Capitulo 63
Nació
depredador. El orgullo era más natural que respirar y tenÃa la capacidad
de hacer que tal arrogancia se sintiera natural. Solo porque tuvo otra
oportunidad, él no era alguien a quien ella pudiera ignorar.
En
cierto modo, la idea de vengar a la reina Arya en su nombre podrÃa ser ridÃcula
en sà misma. Cortará la garganta de Arya él solo. Incluso si no es
explotado por Arya, nunca caerá en la desesperación.
“No
tienes que ser tan recatado al respecto. Puede que a veces seas molesto,
pero no lo odio".
"..."
Carl se
acercó a Sienna, le levantó la barbilla con las yemas de los dedos y la miró de
cerca.
"Porque
me estoy divirtiendo contigo respondiendo a mis palabras con la barbilla
levantada asÃ".
Ella
tragó su saliva.
Sus
ojos pálidos de cerca brillaban amarillos. Los ojos, como los de un león,
resplandecÃan como depredadores. El miedo a que le muerda el cuello en
cualquier momento se ha apoderado de ella.
Mientras
Sienna entrecerraba las pupilas en pequeños pedazos y se sacudÃa, Carl dio un
paso atrás.
“Como
sospechaba, eres muy gracioso. Aunque te miro directamente a los ojos
mientras hablas como un niño que nunca antes ha sentido miedo, si me acerco tan
cerca, de repente estarás alerta como un conejo frente a una bestia".
"..."
"No
hay nada que temer. No quiero hacerte nada".
Sienna
sintió que las palabras "por ahora" fueron omitidas de las palabras
de Carl por generosidad.
Pasó
junto a ella hacia la cama. Luego se acostó en el lado derecho de la cama
y tomó asiento. Sienna lo miró.
“¿Vas a
seguir de pie asÃ? Tenemos que irnos a dormir".
“Por
favor, ve a dormir primero. Yo tengo algo que hacer."
"¿Qué
vas a hacer?"
"Si
me preguntas tan de repente..."
Sienna
miró alrededor de la habitación y buscó algo que hacer de inmediato. No
habÃa nada que hacer en el dormitorio que solo se preocupara por la función del
sueño. Dijo que beberÃa con el carbónico que aún quedaba. Habló con
una impresión sobre eso,
"¿Me
mintió que solo tomarÃas una copa?"
“No es
mentira, es… es una bebida realmente buena, pero es un desperdicio dejarla como
tal. Escuché que solo tienes veinticinco botellas. Excepto por esto,
solo tiene que haber veintitrés más".
“¿Por
qué no intentas dormir lo suficiente para poder comer con la emperatriz Arya
mañana por la mañana? No puedes lidiar con ella en condiciones de
niebla. Asà que intenta dormir temprano".
"¿Cenar
con la emperatriz Arya?"
Ella le
dijo que no habÃa escuchado una historia asÃ. Habló con una mirada de
convicción.
“Recuerda,
he regresado ahora. Estoy seguro de que mañana nos invitará a cenar porque
querrá ver en qué estoy pensando y por qué he vuelto a la capital. Bueno,
hay muchas excusas para usar, ¿no es asÃ? Es la primera cena familiar que
tendremos juntos desde que nos casamos..."
¿Desayunar
con Arya? ... Ni siquiera habÃa pensado en eso. Sintió como si la comida
ya hubiera comenzado a ponerse rancia, pensando en lo incómoda que serÃa la
reunión en la mesa.
“Entonces,
¿por qué no vienes aquà en lugar de pasar tu tiempo haciendo cosas estúpidas e
inútiles? Yo también estoy cansado. No es mi intención hacer nada especial,
asà que duerme a mi lado".
Sienna
chilló hacia la cama ante las palabras de Carl. Ella se sentó en el borde
de la cama. Carl tiró de su brazo y la llevó a sus brazos. De
repente, en los brazos de Carl, ella lo miró fijamente con los ojos
desgarrados.
"¿Qué
es esto…?"
“Solo
lo digo por segunda vez, pero no te haré nada, asà que duerme un poco. No
malgastes tu energÃa".
Al ver
cómo ya se repitió la segunda vez, parecÃa que se enojarÃa si ella lo hacÃa
repetir más. Su distancia era tan cercana a ella que se sintió agobiada y
le dio la espalda a toda prisa. Luego apartó la espalda de Sienna de su
cintura y la abrazó. PodÃa sentir su aliento detrás de su cuello.
“Voy a
cumplir mi promesa de divorciarme de usted en cinco años. Pero espero que
no olvides que tú y yo somos pareja hasta entonces".
Sienna
abrió los ojos cerrados. No podÃa creer que él dijera esto cuando planeaba
irse a dormir. SentÃa que esta noche iba a ser difÃcil para ella conciliar
el sueño.
~.~.~.~.~.~.~.~.~
"¡Uh!"
Sienna
obligó a sus ojos pesados a abrirse al sol, que se hundió sobre sus
párpados. Ella se sorprendió y casi gritó. Porque podÃa ver el rostro
de Carl tan de cerca.
"Te
quedaste dormido demasiado rápido para una persona nerviosa, incluso roncando
para agregar..."
Carl le
habló porque parecÃa una persona que no acaba de levantarse. Estar en la
cama con él era sofocante, parecÃa que no podÃa conciliar el sueño, como dijo,
y sentÃa que se habÃa dormido. Practicó bailar toda la noche la noche anterior,
y supuso que estaba muy cansada debido a los nerviosos juegos de guerra con el
comportamiento inesperado de Arya y Carl.
No
importa qué y cuánto. Haber roncado delante de él.
"¿De
verdad roncaba?"
"Estoy
bromeando. Bueno, realmente no roncabas, pero estoy seguro de que te
quedaste dormido".
Ante
las palabras de Carl, Sienna dijo con la boca haciendo un puchero:
"Dijiste
que no eras el tipo de persona que hace bromas..."
“Entonces
lo corregiré. No fue una broma, fue una expresión idiomática".
"Si
seguro. Sir Carl nunca bromea".
Se
inclinó y tiró de la cuerda junto al dormitorio. Era un cordón conectado a
una campana que colgaba del salón de los sirvientes. Hain abrió la puerta
y entró con cautela.
"¿Quieres
que te prepare para el desayuno?"
"No,
me lavaré y me prepararé".
Como
dijo ayer, pronto recibirÃan noticias de Arya.
"¿Preparamos
la bañera para que los dos entren juntos?"
Junto a
ella, Carl se rió, y Sienna pensó que tendrÃa que poner una correa en la
imaginación de Hain de 'El caballero y la dama', 'La flor roja danzante' y 'El
prÃncipe de los cabellos dorados' y esconderlos en algún lado.
Momentos
después, como dijo Carl, hubo una llamada de Arya para que se uniera a ella
para comer. Hain habÃa estado trabajando en la cabeza de Sienna con un aire
de emoción.
"Hm,
hm, Su Alteza..."
Como si
estuviera tratando de decir algo, Hain hizo un chirrido y llamó a Sienna.
"¿Qué
pasa, Hain?"
"¿Sabes
quién es la persona más famosa de la ciudad en estos dÃas?"
"Sir
Carl o Emperatriz, como siempre".
Carl,
que fue llamado el dios de la guerra, y Arya, que tiene una hermosa apariencia
que nunca se desvanecerá con los años, siempre han estado en boca de muchos.
"Siempre
lo son, pero... hay una nueva persona que está surgiendo".
"No
me digas..."
Entrecerró
los ojos ante la idea de una oportunidad.
"AsÃ
es. ¡Es usted, su alteza, la princesa!”
‘Maldición’.
Cerró
los ojos con fuerza.
Valió
la pena saberlo. ¿Cuánto se estarÃan difundiendo los rumores a estas
alturas? Lo mismo sucedió en el pasado. Tal vez fue por lo alto e
importante que debe haber sido el lugar de una princesa para estar en el centro
de atención de muchas personas, e incluso una pequeña cosa por cualquier cosa
resultarÃa en una maldición.
Algunos
incluso dijeron que lo creerÃan si fueran descendientes de siervos, no
aristócratas. No estaba acostumbrada a hablar con los aristócratas, asÃ
que les dijo que no era tan buena hablando como ellos.
Nadie
contó la historia, por lo que no sabÃa a qué insulto estaba siendo
sometida. No creÃa que las criadas pudieran haberle contado a Sienna esa
historia en persona...
Cuando
se enteró tardÃamente de que circulaban historias que la insultaban, se
preguntó si deberÃa morderse la lengua y morir debido a su inmenso sentimiento
de vergüenza. Ella pensó que no era diferente esta vez. No, habrÃa
sido y podrÃa haber sido mucho peor de lo que pensaba. Era lo mismo en
comparación con que le arrojaran un guante de Arya a la cara y a los sirvientes
o a cualquier persona, y eso no podrÃa hacer nada en defensa contra el rostro de
la reina más poderosa de la alta sociedad. Se preguntó cuánto cotilleaban
las damas sobre ella a sus espaldas.
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