Capitulo 11
Pensar que Judith molestó
tanto a Luca sobre el dinero mientras crecÃa que él envolvió todos sus
pensamientos con él...
Me reà entre dientes
mientras me levantaba con el frasco de medicina en mis manos.
Tan pronto como me levanté de la cama, sus ojos se estremecieron nerviosamente,
alarmados.
"¿Ocupado?"
Probablemente querÃa que
me quedara a su lado un poco más. Desde la respuesta de anoche, aprobando
mi ir al Festival del Primero de Mayo, su reacción ahora fue completamente
diferente, no es que fuera algo malo.
Un niño necesitaba ser niño. Sin embargo, Luca tendÃa a reprimir todo
demasiado.
Por mucho que quisiera quedarme a su lado, esta situación no me lo permitió,
lamentablemente.
"No estoy ocupado
per se, pero hay un invitado".
"… ¿Un hombre?"
"SÃ, ¿cómo lo
supiste?"
"Escuché algo
afuera".
"¿Era realmente
ruidoso?"
"No, ¿estaba
tratando de buscarte?"
“Él te estaba buscando a ti, no a mÃ. Es
tu tÃo”, estaba en la punta de mi
lengua, pero tuve que contenerme.
“No, no parece que me
estuviera buscando… pero deberÃa hablar más con él para averiguarlo. Mientras
tanto, descansa más, Luca".
Levanté la manta hasta el
hombro de Luca y le di unas palmaditas en el pecho antes de irme.
No querÃa que se escuchara mi conversación con Rüdiger, asà que cerré la puerta
detrás de mÃ, pero la expresión de Luca cambió como si sintiera que algo andaba
mal.
Un aire de inquietud
persistió...
Cualquiera que sea la
sospecha que Luca habÃa imaginado, no sucederÃa, asà que dejé esa preocupación
y me fui.
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Rüdiger permaneció
sentado sin cambios como si yo nunca saliera del piso de arriba.
"¿Puedo ofrecerle
una taza de té?"
"Con mucho gusto
aceptaré tu oferta".
Coloqué la tetera sobre
el fuego.
Momentos después, la tetera silbó cuando salió vapor.
Mientras servÃa el té en
la taza de té frente a Rüdiger, agregué ansiosamente.
“Este té se elabora con
flores secas que se recogieron del borde de la carretera. Puede que no sea
de tu agrado, pero esto es todo lo que tenemos disponible en casa".
"La fragancia es
agradable".
Alabó, pero una sola
arruga apareció en su frente como si tuviera un sabor bastante amargo.
HabÃa otra similitud más
entre Judith y yo.
Ninguno de los dos tenÃamos la habilidad de preparar bien el té.
Mientras servÃa el té,
estaba ordenando mis pensamientos sobre lo que deberÃa tener cuidado al decir.
Primero, y lo más importante, no puedo dar la impresión de vender a Luca a
Rüdiger, tanto como sea posible.
En segundo lugar, no puedo soltar el hecho de que conozco el contenido de esta
"novela".
Rüdiger hará cualquier
cosa para llevarse a Luca de todos modos, asà que solo necesito ser cauteloso
en su mayor parte.
El resultado ya se ha decidido, por lo que mi decisión se tomó rápidamente.
Me senté frente a él y reanudé la conversación que comenzamos fuera de la casa.
“Esta es la residencia
Maybaum. Sin embargo, nunca antes habÃa oÃdo hablar del nombre de
Jonas. No hay ninguna razón para que nuestra exigua casa en las afueras
esté involucrada con la respetada residencia de Winterwald".
"Eso no puede
ser. Hace cinco años, le escribió una carta a Jonas, ¿no es
asÃ? Sobre su hijo ilegÃtimo".
Ah, Larissa debe haberle
escrito la carta a Jonas. Quizás justo antes de que muriera por la plaga...
Entre la memoria de Judith y la mÃa, no habÃa recuerdo de tal carta.
Independientemente, el hecho de la existencia del hijo ilegÃtimo de Jonas fue
mucho más importante que cómo se enteró.
"Si la carta se
envió hace 5 años, ¿la respuesta no es bastante tardÃa?"
"No tengo excusa
para eso".
Rüdiger se disculpó sinceramente
con la cabeza gacha.
“Soy el medio hermano de
Jonas. Ocultó la existencia de su hijo ilegÃtimo a toda nuestra
familia. Recientemente descubrà que el hijo ilegÃtimo de mi hermano
existÃa a través de una carta escondida en sus pertenencias después de su muerte
por caerse de un caballo".
"Dios mÃo, espero
que descanse en paz".
Es un cabrón inútil que
ignoró la existencia de su propio hijo. Incluso en la trama original, lo
describÃa como un completo imbécil.
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