Capitulo 6
Los agudos ojos de Raphael notaron que cuanto más sonreÃa
Annette, más apretaba su ramo. Se rió disimuladamente mientras miraba
esto. ¡Asà es! ¿Cómo podÃa Annette Baviera enamorarse de él? Solo
estaba haciendo un acto para todos.
Raphael quedó un poco impresionado con su
atrevimiento. Estaba muy satisfecho con lo sabiamente que se comportó
frente a los demás. Pero al mismo tiempo, también estaba disgustado con
ella. Después de todo, ella era una mujer que habÃa intentado todos los
trucos para convertirse en la Princesa Heredera.
A Raphael no le agradaba.
Cuando vio que Annette dudaba al ver al pastor, tiró de sus
brazos con fuerza. ¡Fue realmente molesto! ParecÃa que todavÃa no
habÃa renunciado a su arrepentimiento por no convertirse en reina. Fue
bueno que Annette luego cooperara con él y no tuvo que obligarla ante el
pastor. Después de eso, no le prestó mucha atención.
"Ahora, el
novio puede besar a la novia y luego tomar sus votos".
Cuando el pastor dijo estas palabras, solo entonces Rafael
recobró el sentido. Se habÃa olvidado del último procedimiento de la
ceremonia.
Raphael miró casualmente el rostro de Annette, que se reveló
sobre el velo. Era una mujer bonita con cara de muñeca y llamativo cabello
rubio. Pero en realidad no tenÃa un deseo particular de besarla.
No, se negó a besar a la mujer bávara con forma de serpiente.
Sorprendentemente, en ese mismo momento, Annette lo agarró por
el cuello y lo besó. La textura de la tela de algodón crujiente le hizo
cosquillas en la cara, y un maravilloso aroma floral impregnó sus
sentidos. Tan pronto como sintió sus labios temblorosos presionados contra
los suyos, Raphael se puso rÃgido.
‘Ahora... ¿Qué...
qué estás haciendo ahora?’
El beso fue breve y en un abrir y cerrar de ojos, Annette retiró
los labios y lo miró con ojos temblorosos. ParecÃa como si se estuviera
arrepintiendo de lo que hizo. Annette, que habÃa estado mirando el rostro
de Raphael por un tiempo, pronto bajó los ojos como si todo hubiera terminado.
En el momento en que vio esa cara, Raphael sintió un extraño
hormigueo en el pecho.
No podÃa dejarse influir por la astuta mujer bávara. AsÃ
que Raphael tomó represalias besándola con fiereza. Lamió sus suaves
labios y se los tragó, sin dejar ni un soplo de su dulce aroma.
Y pronto se arrepintió de su decisión.
Besar a Annette se sintió muy bien. La textura de la tÃmida
lengua unida a la punta de su lengua era tentadoramente suave. Mientras
chupaba su lengua, un tembloroso suspiro de sorpresa salió de la boca de
Annette.
Le divirtió ver a Annette fingiendo ser inocente. Pero en
ese momento, tenÃa a Raphael bastante conmovido. TenÃa que hacer todo lo
posible para alejarse de esos labios, que sabÃan a miel.
"Decir
ah."
Un hilo de lÃquido plateado brilló y desapareció entre los dos
labios entreabiertos. El rostro desconcertado de Annette parecÃa como si
estuviera completamente perdida. Ella, que siempre estaba tranquila y
callada, estaba tan rÃgida que parecÃa un conejo asustado.
En el momento en que vio su rostro, Raphael se echó a reÃr
inesperadamente. Pensó que era una mujer malvada hasta la médula y no
sabÃa lo que estaba pensando. Pero mirándola asÃ, parecÃa tener un lado
lindo en ella. El beso inesperado hizo que la parte inferior de su cuerpo
se sintiera bastante agitada, que casi nunca reaccionaba asÃ. De alguna
manera, parecÃa estar esperando la primera noche con ella.
Su risa hizo cosquillas en la frente de Annette a corta
distancia. Solo entonces sus ojos rosados volvieron a enfocarse.
"Ah."
La cara de Annette cuando volvió a sus sentidos se puso roja.
'¿Qué hiciste
frente a tantos invitados?'
De todos modos, fue una suerte que Raphael no se negara a
besarla. Annette, que desconocÃa las expectativas de Raphael para la noche
siguiente, se sintió aliviada por ahora.
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