Capitulo 4
Una sorprendida Annette
volvió la cabeza inconscientemente y miró a Raphael. Más allá de un fino
velo, vio a un hombre guapo de cabello negro. Raphael, que era mucho más
alto que Annette, miraba obstinadamente hacia adelante. Sus labios rojos y
regordetes, bajo su frÃa y elegante nariz, eran fascinantes. Una voz baja
salió de ellos, que solo ella pudo escuchar.
“Sigue sonriendo y no te
detengas de nuevo. No hay ningún lugar al que escapar".
Annette se rió
amargamente ante el tono opresivo del hombre. Raphael tenÃa
razón. Gracias a su advertencia, Annette pudo caminar cómodamente por el
pasillo de la boda sin mucho esfuerzo.
Tal vez sea porque pensó
que estaba mareada, la agarró por los brazos con más fuerza.
Su agarre fue bastante
tranquilizador. Annette miró hacia adelante con un corazón más
sincero. Entonces vio a su padre en la distancia. El duque de Baviera
estaba tan perfecto como siempre.
La madre de Annette ya
estaba muerta y su hermano no pudo asistir a su boda porque estaba en otro
paÃs. Por eso su padre era el único de su familia que estaba presente
aquÃ. Allamand Baviera, con un rostro elegante y un llamativo cabello
rubio platino, parecÃa increÃblemente joven. Era difÃcil de creer que este
hombre hubiera engendrado dos hijos mayores.
La expresión del duque de
Baviera era tan tranquila, que nadie pudo saber qué pasaba por su
mente. Debido a esto, los invitados chismorreaban como les gustaba.
“Bueno, mira la cara del
Duque. Creo que está triste porque su hija se va a casar. Supongo que
tiene suerte. Es una hija tan bonita que no se sentirÃa triste de
separarse de ella".
“Mira a Annette por otro
lado. Ella sonrÃe como una flor en plena floración. Ella se ve tan
linda. Quizás la joven novia esté enamorada del novio. Mirándolos
asÃ, se ven mucho mejor juntos de lo que pensaba".
Los chismes de los
invitados ignorantes trabajaron a su favor esta vez. Aunque Annette se
convirtió en una joven inmadura que se habÃa enamorado de Raphael, esto no
estaba mal. Debido a esto, la expresión de Raphael mientras caminaba junto
a ella se volvió mucho más suave. Solo porque ella no lo molestó de
ninguna manera, la boda fue un éxito.
Mientras escuchaba el
discurso del pastor, echó un vistazo al lugar donde estaban sentados los
invitados. Afortunadamente, el prÃncipe y su nueva prometida no estaban
allÃ. Al igual que su vida anterior, esta vez tampoco asistió a la boda de
Annette. Fue algo bastante bueno.
Annette se sintió
aliviada al saber que el prÃncipe y su prometida no asistieron a su
boda. Seguro que habrÃan hecho toda la ceremonia incómoda. Los
invitados no sabÃan nada sobre esto ya que el Duque se habÃa asegurado de
silenciar este asunto.
‘Si continúa asÃ, la boda
terminarÃa bien. Si tan solo el último procedimiento de la ceremonia
también pudiera salir bien.’
"Ahora, el novio
puede besar a la novia y luego tomar sus votos".
Las palabras que salÃan
de la boca del pastor sonaban como una sentencia de muerte. Al menos lo
hizo para Annette.
Annette, que estaba muy
nerviosa, agarró el ramo con fuerza sin darse cuenta. No estaba segura de
si Raphael la besarÃa esta vez.
Raphael, en su vida
anterior… estaba muy enojado. Y de alguna manera fue su culpa.
Cuando el pastor dijo las
palabras, Annette lloró durante la ceremonia de la boda. Era un matrimonio
que ninguno de los dos querÃa, pero Annette no podÃa controlar su expresión
facial. Debido a esto, Raphael se enojó mucho y respondió frÃamente a la
solicitud del pastor de besarla.
“No seas ridÃculo. Solo termina los votos".
Entonces su primera boda
terminó convirtiéndose en una broma. Annette se convirtió en la primera
novia en nunca ser besada por el novio y esto enfureció mucho a su padre,
Allamand. Por supuesto que no era porque amaba a Annette.
Allamand consideró esto
como un insulto ya que el estado de Baviera fue ignorado en público y eso
también por un hijo ilegÃtimo como Raphael. Naturalmente, Allamand enojado
tuvo una gran pelea con Raphael en la recepción. Annette, quien se
convirtió en la causa de la pelea, estaba tan avergonzada que solo querÃa
morir.
'Por favor… espero que mi
matrimonio no termine asÃ, esta vez.’
Annette se mordió los
labios con fuerza y esperó nerviosamente el siguiente movimiento de Raphael. Pronto,
el velo transparente de su cabeza se levantó y el rostro de Raphael apareció
frente a sus ojos.
Con una cara blanca y
hermosa y cabello negro oscuro colgando, era un hombre muy atractivo. Sin
embargo, sus ojos azul oscuro mirándola eran muy frÃos. A pesar de que
habÃa endurecido su rostro para no revelar sus emociones, Annette todavÃa podÃa
ver claramente una expresión de desgana en su rostro. No estaba dispuesto
a besarla. En el momento en que vio la expresión frÃa, Annette tuvo un mal
presentimiento.
'Oh, Raphael no me besará
esta vez'.
Annette bajó los ojos
para ocultar su decepción. Le preocupaba cómo detener a su padre, quien
culparÃa a Raphael y pelearÃa con él en la recepción.
En ese momento, una idea
loca pasó por la mente de Annette.
'Espera un minuto, ¿es
necesario esperar a que el novio me bese primero? Si lo hago primero, ¿no
servirá igual para el propósito?’
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